Las más de 10.000 que repletaron el recinto de
Santiago vibraron con el show del gran caballero del rock inglés, recordando
sus grandes éxitos de solista y de su época con The Smiths.
Morrissey
lo hizo de nuevo, pero esta vez sin nada de polémica. Había que dejar atrás lo
ocurrido en el Festival de Viña para dar rienda suelta a toda la pasión en que
se envuelven todos sus shows. Así lo sintieron las 15.000 personas que repletaron
el Movistar Arena para volver a ver a su gran ídolo, el que abrió el
espectáculo con First of the gang to die,
para luego contarnos a todos los presentes lo shockeado que había quedado tras
“el programa de televisión”.
Que
Morrissey no haya dimensionado lo que es el Festival de Viña da lo mismo, el
venía a hacer lo suyo y nada más. Nada de premios ni adulaciones del animador
de turno, sólo cantar y deleitar a la gente. Y así fue como ocurrió. Comenzaron
a correr sus grandes éxitos, tanto de su época como integrante de The Smiths y de su carrera como solista.
Todos coreamos Alma Matters, You have
killed me, queríamos inmortalizar este domingo con Every day is like Sunday y tomar algo de conciencia con Meat is murder, viendo las mismas
imágenes de crueldad animal que se proyectaron en su presentación en Viña.
Es cierto
que estamos frente a gran artista de talla mundial, pero que no reúne los
requisitos para ser parte de una fiesta como el festival. Ojo, no me refiero a
requisitos como artista, sino más bien al tipo de persona con que estamos
tratando. Morrissey es un artista que sólo quiere hacer lo suyo y alimentarse
del afecto del público. Que le vengan con galardones y sobadas de lomo por
parte de la dupla de animadores no es lo suyo. Su labor es cantar, asunto que
quedó más que demostrado.
En lo
referente a la puesta en escena vimos algo similar al show de Viña del Mar,
sonido de excelente calidad y una gran iluminación. Se ejecutó un playlist casi
calcado, pero que obviamente se cumplió a cabalidad, con una genial
interpretación de How soon is now? ,
acompañada finalmente por Stills is.
Estuvimos
frente a un maestro de la música y una gran banda. Fue una gran velada que los
fieles admiradores de Morrissey no olvidarán en mucho tiempo.
Alvaro Hipp Muñoz
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